Cuándo vi el trailer en la tv, pensé.. hay que verla...., craso error....
Una chorrada de película.. no es la vida de un agente de bolsa, ni la vida de un desecho de hombre, putas, drogaas y rock and roll, en la oficina, en casa, vicio por el puro vicio, se tiene dinero, pues ná a drogarse y a irse de putas... no tiene otro sentido la película.
Si bien he de decir, que a pesar que a mi Dicaprio no me gusta ni un pelo, aquí lo hace muy bien...
Eso sí, imposible ver la película entera, ya no por sus tres horas, si no por el tedio que produce ver todo el tiempo lo mismo, y eso que la droga al igual que la película va a un ritmo frenético.
Ficha: El septimo arte
Título: El lobo de Wall Street
Título original: The Wolf of Wall Street
País: USA
Estreno en USA: 25/12/2013
Estreno en España: 17/01/2014
Productora: Appian Way, Scott Free Director: Martin Scorsese Guión: Terence Winter Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Jon Favreau, Kyle Chandler, Rob Reiner, Jean Dujardin, Pj Byrne, Kenneth Choi
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Estreno en USA: 25/12/2013
Estreno en España: 17/01/2014
Productora: Appian Way, Scott Free Director: Martin Scorsese Guión: Terence Winter Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Jon Favreau, Kyle Chandler, Rob Reiner, Jean Dujardin, Pj Byrne, Kenneth Choi
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Sinopsis:
El
prestigioso cineasta Martin Scorsese ha lleva a la gran pantalla la
historia basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino
Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). Empezando por el sueño americano,
hasta llegar a la codicia corporativa a finales de los ochenta, Belfort
pasa de las acciones especulativas y la honradez, al lanzamiento
indiscriminado de empresas en Bolsa y la corrupción. Su enorme éxito y
fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de la agencia
bursátil Belfort le valió el mote de El Lobo de Wall Street.
Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a
la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la
discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que
tenían.