Caza a la Espia
La película está bien.., está basada en un hecho real, y eso hace que esté mejor.., porque películas de este tipo, teniendo como malos a la casa blanca hay a punta pala.
El trabajo del protagonista, me ha encantado.
Fuente- http://peliculas.labutaca.net/fair-game
Título original: Fair game. Dirección: Doug Liman. País: USA. Año: 2010. Duración: 106 min. Género: Thriller. Interpretación: Naomi Watts (Valerie Plame), Sean Penn (Joseph Wilson), Sam Shepard (Sam Plame), Ty Burrell (Fred), Brooke Smith (Diana), Noah Emmerich (Bill), Bruce McGill (Jim Pavitt), Michael Kelly (Jack), David Andrews (Scooter Libby). Guión: John-Henry Butterworth y Jez Butterworth; basado en los libros “The politics of Truth”, de Joseph Wilson, y “Fair game”, de Valerie Plame Wilson. Producción: Jez Butterworth, Akiva Goldsman, William Pohlad, Janet Zucker, Jerry Zucker y Doug Liman. Música: John Powell. Fotografía: Doug Liman. Montaje: Christopher Tellefsen. Diseño de producción: Jess Gonchor. Vestuario: Cindy Evans. Distribuidora: DeAPlaneta. Estreno en USA: 5 Noviembre 2010. Estreno en España: 5 Noviembre 2010.
Sinopsis
Valerie Plame, una agente secreta del departamento contra la proliferación de armas nucleares de la CIA, descubre que, a diferencia de lo que muchos miembros del gobierno estadounidense opinan, Irak no tiene ningún programa activo de armas nucleares. Mientras, a su marido, el diplomático Joe Wilson, lo envían a África para investigar los rumores sobre unas posibles ventas de uranio enriquecido a Irak. Tras descubrir que no se han producido tales ventas, Joe escribe un artículo en el New York Times en el que resume sus conclusiones, desatando así una acalorada polémica. Poco después, la identidad secreta de Valerie se filtra a notorios periodistas de Washington. ¿Se tratará de un desafortunado accidente o de una campaña coordinada contra su marido? Con su identidad al descubierto y sus contactos en el exterior revelados, la carrera y la vida privada de Valerie empiezan a hacer aguas. Al principio, sus amigos y familiares se indignan; luego, se distancian. Valerie recibe amenazas de muerte anónimas, y el negocio de Joe se va a pique. Tras 18 años al servicio del gobierno, Valerie, una madre, esposa y agente de campo con un historial impecable, lucha por salvar su reputación, su carrera y su matrimonio.
Crítica.-
Doug Liman firma el que posiblemente sea su mejor trabajo hasta la fecha a partir de un escándalo que salpicó la administración Bush tras el 11 de septiembre. Una propuesta que subraya el poder del individuo frente a los abusos del Estado.
Tras los atentados del 11 de septiembre, la administración americana, con George Bush al frente, emprendió una guerra total que traspasó las barreras físicas del campo de batalla. Cualquier voz que pusiera en duda la actuación de los Estados Unidos en Iraq debía ser acallada; entre muchas otras, las del diplomático Joseph Wilson (Sean Penn) y su mujer, Valerie Plame Wilson (Naomi Watts), agente encubierta de la CIA cuya identidad fue desvelada desde la propia Casa Blanca. Los libros escritos por la pareja, “The politics of truth” y “Fair game”, respectivamente, sirven de base a “Caza a la espía” ─feo y telefílmico título español para el “Fair game” original, expresión que se refiere a un objetivo fácil o claro para ser atacado o ridiculizado─, quizá el mejor trabajo hasta la fecha del irregular Doug Liman.
Y lo es, en parte, por la claridad y sinceridad esencial con la que el cineasta afronta una propuesta presentada como una abierta diatriba a la hipocresía e inmoralidad de un gobierno que se lanzó a un conflicto bélico sangriento e innecesario, escudado en la búsqueda de las dichosas armas de destrucción masiva que finalmente nunca vieron la luz. Liman, director de los anuncios televisivos de la campaña de Barack Obama en 2008, arremete sin medias tintas contra la injusticia cometida contra los Wilson, apoyado en las estupendas interpretaciones de la contundente Naomi Watts y el siempre comprometido Sean Penn, arropados por un fantástico elenco secundario en el que conviven Noah Emmerich, Tom McCarthy, Bruce McGill, Michael Kelly o Sam Sephard. Y como gran acierto, en última instancia, la propuesta se enfoca más hacia el poder universal del individuo frente el Estado que al simple panfleto en una u otra dirección.
En el plano formal es inevitable apreciar un desequilibrio en la presentación de la trama, especialmente densa y confusa en un arranque extendido durante los primeros rollos, que puede hacer titubear la percepción del espectador ante el aluvión de datos y personajes, todos ellos con distintas personalidades ─algunos literalmente─, intereses y motivaciones sociopolíticas; con todo, la coherencia central del relato se beneficia de una estupenda labor de dirección, sobria pero sin caer en la desazón habitual del cineasta, que anima la distinción de los escenarios mediante el uso ─que no abuso─ de una cámara viva en las localizaciones extranjeras y serena y funcional en territorio yanqui. Así, “Caza al espía” funciona perfectamente como ejemplo de que Hollywood no olvida las atrocidades cometidas supuestamente en aras de la libertad y la democracia, aunque los dirigentes causantes de tan sangrantes episodios hayan abandonado hace tiempo el despacho oval.
hola guapa espero estes bien ya tenia ganas de entrar otra vez esque apenas tengo mucho tiempo ahora te mando un millos de abrazos
ResponderEliminargenial estoy wapísima, ya te digo mucho tiempo, a ver si entro en tu blog, es que últimamente se blokeaba.
ResponderEliminarGracias por la peli, te daré mi opinión cuando la vea, últimamente no tengo tiempo ni de tele!!!
ResponderEliminarBesitos guapa!!
Ya me cuentas que te pareció
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